La ozonoterapia, si bien ya está bastante popularizada para el tratamiento del dolor relacionado con hernias discales, aún es la gran desconocida en cuanto a su aplicación en otras enfermedades.
El ozono sistémico es un complemento terapéutico muy eficaz que sin riesgo alguno puede condicionar la buena evolución de una enfermedad, a veces dramática.
Los efectos del ozono sobre nuestro organismo Multiplica el aporte de oxígeno a todas las células del organismo.
Con una ozonización adecuada dirigida, los glóbulos rojos no solo se cargan de oxígeno, si no que multiplica su capacidad para cederlo a las células.
El ozono médico mejora el equilibrio circulatorio y regula el colesterol sanguíneo.
El acondicionamiento orgánico que tiene lugar, estimula las funciones y protege en casos de accidentes vasculares.
Actúa como antioxidante – antienvejecimiento celular.
El envejecimiento se relaciona directamente con el acúmulo de radicales libres en las células y con una menor efectividad del sistema antioxidante.
El ozono, al aumentar en las células la cantidad de antioxidante, es eficaz para promover una auténtica limpieza de los radicales libres.
La ozonoterapia preventiva esta cada vez más justificada en la tercera edad.
Mejora las defensas del organismo
El ozono actúa como inmunomodulador, lo que significa que modela y estabiliza las funciones del sistema inmune. Este sistema distingue lo propio de lo ajeno, y organiza las defensas que anularan o limitaran la agresión, tanto de gérmenes como de células tumorales.
Además, el ajuste de oxígeno es crucial para la curación de las heridas y para evitar que se le lleguen a gangrenar, por eso la ozonoterapia sistémica es la alternativa ideal en pacientes diabéticos, siempre expuestos a procesos infecciosos.
Cura las heridas, llagas y úlceras. Abscesos, fístulas anales, úlceras de decúbito, úlceras en el tracto digestivo, desde la boca hasta el colon, vulvovaginitis, heridas infectadas en diabéticos o enfermos renales,…
Tanto el incremento de la oxigenación como el estímulo del sistema inmune facilita que cualquier herida, interna o externa, que se resista a la curación, tenga una buena alternativa con la ozonoterapia en sus distintas aplicaciones.
Tiene propiedades germicidas
Desde hace más de un siglo se viene usando el ozono para la depuración de aguas residuales.
Todas las células tienen una membrana de carácter graso que las rodea y las limita. La interacción del ozono con la cubierta celular da lugar a la formación de agua oxigenada (peróxido de hidrógeno) cuyas propiedades germicidas son de sobra conocidas.
Nuestros propios glóbulos blancos, habitualmente sintetizan peróxido de hidrógeno para combatir a virus y bacterias.
Alivia el dolor muscular y articular
Cada vez se apuesta más por alternativas conservadoras, y el tratamiento del dolor de espalda, o el dolor musculoesquelético en general también se beneficie a la aplicación del ozono médico.
En este caso no sólo es efectivo el ozono de aplicación general, sino que además, la combinación de anestésico local subcutáneo, seguido de ozono sistémico y de fisioterapia da resultados satisfactorios donde otras técnicas habían resultado infructuosas.
Revitaliza, mitiga el cansancio y mejora la fatiga crónica
El efecto oxigenante general tiene consecuencias favorables sobre el sistema muscular.
Los músculos cansados, doloridos y faltas de energía se reactivan con la ozonoterapia. La fatiga de energía se reactivan con la ozonoterapia sistémica.
La fatiga, a menudo secuela de procesos infecciosos virales o bacterianos, también se mejorara por el efecto potenciador del sistema inmune.