ELIMINACIÓN DE VÁRICES EN MÉRIDA

Las várices son terminaciones venosas que se han ido dilatando y han superado un nivel inicial de venas o arañas vasculares. Una mala circulación en las piernas provoca la aparición y dilatación de las venas que, si no se reducen a tiempo, pueden desarrollarse várices que pueden llegar a causar sensación de picor, fatiga, calambres o abultamiento en la piel.

La escleroterapia es un tratamiento de eliminación de várices que permite reducirlas de forma eficaz sin necesidad de realizar un procedimiento quirúrgico. Mediante un líquido (polidocanol) que se inyecta directamente sobre la várice o araña vascular, consiguiendo su reabsorción progresiva.

Inmediatamente después de la sesión las várices o arañas vasculares se pondrán de un tono rojizo, poco a poco irán disminuyendo tanto en intensidad como en tamaño hasta conseguir desaparecer.

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Sobre la eliminación de várices en Mérida

● Reduce las várices de forma eficaz.
● Cada sesión tiene una duración de 25 min.
● Resultados visibles desde la primera sesión.
● Leve molestia al inyectar producto.

Preguntas frecuentes

Las várices son dilataciones del sistema venoso superficial. Son consecuencia de lo que denominamos una insuficiencia venosa: existe un déficit relativo en la capacidad de drenaje venoso de las extremidades y ello puede traducirse en una serie de síntomas (dolor, sensación de pesadez, calambres, etc.) y/o síntomas (hinchazón, alteraciones de la piel, aparición de varices, etc.).

Existen varios tipos de várices:
● Várices tronculares: son más gruesas, que se ven y se pueden tocar.
● Várices reticulares: de calibre mediano, suelen ser visibles como cordones verdosos o azulados. Normalmente de ellas salen ramas más finas:
○ Várices telangiectásias o arañas vasculares: que son várices más finas. Estéticamente son las más molestas y visibles. Se sitúan justo por debajo de la piel y tiene aspecto de redes o tela de araña. Suelen ser de color rojizo o azul.

Cada paciente y cada tipo de várices tiene un tratamiento propio.
La valoración médica es la primera fase del tratamiento. Se requiere la elaboración de una historia clínica y una exploración física detallada. Hay que descartar que coexistan otros problemas, como trombosis antiguas, linfedema, trastornos hematológicos, etc.
De manera general, hay que tener en cuenta que las várices deben tratarse de grandes a pequeñas, es decir, tratando primero las ramas principales, aunque sean las que menos preocupen estéticamente. Esto es así porque  aseguramos un tratamiento más efectivo a medio y largo plazo, y también reducimos mucho las posibilidades de efectos no deseados como pigmentaciones y matting (aparición de nuevas varices).

La esclerosis es un tratamiento ambulatorio. Se realiza en la consulta y dura de 10 a 20 minutos.
La duración de la sesión no viene determinada por la extensión de la zona a tratar, ni por el tiempo, ni el número de punciones; sino que viene determinada por la cantidad de líquido que aplicamos, que usualmente se sitúa entre 1 y 3 ml., según tolerancia, reacción de la piel, tamaño de las várices a tratar.
Se realiza el tratamiento mediante la inyección con una microaguja de la sustancia y se colocan unos pequeños apósitos con esparadrapo.
Tras la esclerosis, debe colocarse una media de compresión que deberá llevar durante 24-48h. según se le indicará en la visita. 

El número de sesiones necesarias para la desaparición de las varices no puede determinarse de entrada, ya que depende de factores como:
Expectativas de tratamiento de los pacientes.
Respuesta al tratamiento, que es propia de cada paciente.
Características y disposición de las varices.
El promedio de sesiones a las que acude cada paciente se sitúa entre 6 y 7 sesiones, aunque con gran variabilidad.

La esclerosis de varices, también conocida como escleroterapia, es un tratamiento que consiste en inyectar un líquido esclerosante en la vena afectada mediante una aguja muy fina. Al inyectarse, el líquido provoca una reacción inflamatoria en la parte interna de la vena que se irá reduciendo paulatinamente dando lugar al sellado de la vena. Es una técnica poco invasiva, que no deja cicatrices y que no precisa recuperación.

La escleroterapia se usa para mejorar la apariencia cosmética de las venas de araña y aliviar algunos de los síntomas asociados con venas de araña, que incluyen dolor, quemazón, hinchazón y calambre nocturno. Es el tratamiento principal para várices pequeñas en las piernas.

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